De acuerdo con el alto comisionado de Paz de Colombia, Otty Patiño, tanto el Ejército de Liberación Nacional (ELN) como el Estado Mayor Central (EMC) —una disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)— están fragmentados y, por tal motivo, "mantienen una incertidumbre que es bandearse entre una posibilidad de paz y una posibilidad de guerra", recoge Caracol.

En declaraciones ofrecidas a los medios de comunicación, Patiño, que fungió como jefe de la delegación gubernamental en las conversaciones con el ELN, describió al EMC como un "archipiélago" dividido en dos bloques, uno en el Cauca y otro en Caquetá, que tienen posiciones encontradas sobre los diálogos de paz.

"Me parece que ese es un tema importante. Ojalá los frentes del Caquetá y el Catatumbo, y, desde luego, la acción del Gobierno y de las comunidades, logren arrastrar a ese otro frente [el del Cauca] hasta la paz", indicó.

En su decir, cuatro frentes ligados al bloque del Cauca "demostraron a través de sus actitudes, de sus conductas, que no quieren la paz y el Gobierno hizo bien en suspender la prórroga del cese al fuego con esos frentes porque, evidentemente, estaban abusando del cese al fuego para consolidar posiciones, para expandirse a otros territorios".

De otro lado, al ser consultado por la prensa si había tenido contacto reciente con el líder de la disidencia de las FARC Segunda Marquetalia, Luciano Marín Arango, alias 'Iván Márquez', el funcionario precisó que "se hizo una declaración conjunta […] que señala un camino de compromiso bastante alto para empezar unos procesos" de diálogo, al tiempo que confirmó que el Ejecutivo dio "reconocimiento político" a esta insurgencia y solicitó el levantamiento de las órdenes de captura que pesan sobre sus cabecillas.

La víspera, el ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, afirmó que los diálogos entre la administración del presidente Gustavo Petro y la Segunda Marquetalia sí tendrán lugar y adelantó que las partes están en proceso de conformar las delegaciones.