La Fuerza de Apoyo Estratégico fue creada hace nueve años, en 2015, para coordinar las acciones en la guerra cibernética y la confrontación política. Las unidades aeroespacial y cibernética, antes subordinadas, ahora son independientes y operarán paralelamente a la Fuerza de Apoyo de Información.
El establecimiento de la Fuerza de Apoyo de Información es una importante decisión que el Comité Central del Partido Comunista de China han hecho considerando la necesidad general de construir fuerzas fuertes, declaró Xi Jinping y subrayó que esta rama nueva es un pilar clave para coordinar la construcción y la aplicación de un sistema de información de red, comunica la agencia de noticias estatal china Xinhua.
Las tropas informáticas desempeñarán un papel crucial para favorecer un desarrollo de alta calidad y la competitividad del Ejército de China en la guerra moderna, subrayó el mandatario chino.
La reestructuración permitirá "mejorar el despliegue" de los sistemas de satélites, el ciberespacio y la conducción de la guerra electrónica, declaró el investigador senior jubilado de la Academia de Investigación Naval del Ejército Popular de Liberación, Cao Weidong, a la prensa al margen del Simposio Naval del Pacífico Occidental, celebrado en Qingdao.
La reorganización llega en un contexto de competencia con Estados Unidos por la influencia mundial, así como de acusaciones por parte de países occidentales de actividades de piratería informática, comenta el medio Bloomberg.
Previamente, la jefa del Comando de Transporte de EEUU, general Jacqueline Van Olst, estimó que China tiene 100 veces más capacidad de construcción naval que EEUU para dominar la actividad marítima en la región del Indopacífico.
Estados Unidos busca excusas para seguir enviando ayuda financiera y militar a Ucrania, y lo hace a través de la sugerencia de que China y Rusia tienen lazos fuertes en materia de defensa. Sin embargo, solo se trata de rumores infundados que buscan generar confusión geopolítica, indica un análisis del diario chino 'Global Times'.
Expertos dijeron al medio oficialista del país asiático que los intentos de Washington de relacionar a Pekín con Moscú "no tienen sentido" y solo pretenden justificar el suministro de armamento a Kiev, en momentos en que las tropas ucranianas se encuentran en un punto crítico tras constantes fracasos en el frente.
"La Administración Biden se enfrenta a un dilema sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania. Retirar ahora el apoyo a Ucrania significa traicionar sus propios compromisos y a sus aliados, y si la próxima Administración, posiblemente la de Trump, se retira, el Partido Demócrata cargará con la mala reputación de ser capaz de instigar la guerra, pero no de ofrecer protección", observa Lü Xiang, investigador de estudios sobre Estados Unidos en la Academia China de Ciencias Sociales, en entrevista con Global Times.
Y es que hace unos días, el Gobierno estadounidense advirtió que tomaría represalias si China refuerza militarmente a Rusia. El portavoz adjunto principal del Departamento de Estado, Vedant Patel, dijo que Washington está listo para "tomar las medidas adicionales que sean necesarias".
Lo anterior se refuerza con un proyecto de ley bipartidista llamado No Limits Act, el cual contempla sanciones a empresas chinas que proporcionen apoyo a Moscú.
"Los esfuerzos de Washington por sembrar la discordia entre Pekín y Moscú serán, sin duda, inútiles porque ambos valoran sus relaciones, así como el vasto potencial de cooperación potenciado por sus economías altamente complementarias", afirmó Lü.
"Se espera que Estados Unidos pueda abandonar la idea de derrotar completamente a Rusia en todos los aspectos, ya que la existencia de Rusia es un aspecto fundamental del equilibrio de poder en un mundo multipolar", agrega el medio.
Mientras tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se prepara para visitar China a partir del próximo 23 de abril, en medio de tensiones bilaterales por Taiwán y la guerra comercial de los semiconductores, entre otras cosas.
Analistas consultados por Global Times afirman que la visita de Blinken podría tener como propósito convencer a Pekín de fungir como intermediario en caso de "posibles desbordamientos" en Oriente Medio, a raíz de la escalada de tensiones entre Israel e Irán.