La Iglesia católica plasmó este viernes su perspectiva acerca de lo que ocurre en Argentina. Sin referirse al Gobierno, que preside Javier Milei, habló de "tiempos complejos, por momentos contradictorios", por una convivencia de esperanza y fragilidad en la ciudadanía.

Al finalizar la 124a. Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, se difundió una declaración titulada 'En tiempos difíciles, amar a los demás y alegrar sus vidas', en la cual se criticó de forma indirecta la política social del ejecutivo libertario.

"Desde hace décadas vivimos tiempos difíciles en nuestra querida Argentina. Hay muchas situaciones que atentan contra la dignidad infinita de la persona humana, como, por ejemplo: avanza la pandemia silenciosa del narcotráfico, que utiliza a los pobres como material de descarte, que promueve el sicariato, que seduce con dinero manchado de sangre a miembros del ámbito político, de la justicia y del mundo empresarial", dijo.

Así comienza el texto de los obispos argentinos, de tres páginas, en el cual abogaron por "gestos concretos" de amor para una sociedad que "parece vivir en el constante enfrentamiento, donde priman el individualismo y una libertad sin amor".

Milei, quien alcanzó el poder en el 2023 con un discurso ultraliberal basado en la "libertad" y la primacía del individuo sobre el Estado, no se ha pronunciado al respecto.

"FALTA DE ASISTENCIA"

Desde diciembre del 2023, cuando el mandatario asumió el cargo, ha practicado una política de recorte en su afán por achicar el Estado lo máximo posible. Y, una de sus primeras medidas, incluyó la reducción de la distribución de ayuda a los sectores más vulnerables.

"A muchos abuelos y abuelas se les presenta el drama de elegir entre comer o comprar los medicamentos porque [el dinero mensual de] la jubilación no alcanza; cierran comedores comunitarios por falta de asistencia [económica] y muchos vecinos se quedan sin la posibilidad de esa comida en el día", reprobó la Conferencia Episcopal Argentina.

En su opinión, "asistimos a la discontinuidad de políticas públicas de integración de barrios populares, logradas con el consenso de gobiernos de distintos signos políticos y representantes legislativos; también familias despojadas de su tierra natal en beneficio de intereses económicos; hermanos que pierden su trabajo".

Fiel a la línea de la Iglesia católica, también dejó un mensaje sobre el aborto. "Se ataca la vida inocente que no ha nacido, y, a la vez, la igualmente sagrada vida de millones de niños y niñas ya nacidos que se debaten entre la miseria y la marginación", fustigó.

"Son tiempos complejos, por momentos contradictorios, en los que conviven una esperanza y paciencia honda de nuestro pueblo, que habla de su grandeza de corazón, con una incertidumbre y una creciente vulnerabilidad de las personas", añadió.