La decisión del presidente argentino Javier Milei de convertir al país sudamericano en un socio global de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en el marco del conflicto entre Israel e Irán en Oriente Medio y de la crisis en Ucrania, alerta a Sudamérica del posible avance de la coalición militar en el territorio.

"Argentina está ubicada en una parte muy importante del mundo. En términos geopolíticos, en la zona del Atlántico Sur con proyección hacia la Antártida. Y en Sudamérica ha aumentado la presencia de China y Rusia, a los que EEUU considera enemigos", dijo a Telescopio el analista político argentino Alberto Hutschenreuter, doctor en Relaciones Internacionales.

"Si Argentina se convierte en socio global de la OTAN, no está obligada a tener bases o miembros de la alianza en el país. Pero al ser un socio menor, podría habilitar esta situación. En el sur ya hay conversaciones para instalar una base. En la región están presentes los tres poderes mayores de la OTAN: EEUU en el subcontinente, Francia en Guyana y Reino Unido en Malvinas", indicó el experto argentino.

Uno de los objetivos del Ejecutivo argentino es fortalecer las relaciones con EEUU y con la Unión Europea (UE) como parte de la estrategia de política exterior del presidente Milei.

El mandatario aspira, además, a recuperar vínculos que permitan modernizar y capacitar a las fuerzas armadas nacionales al estándar de la OTAN.

"Esto es una muestra extrema de la orientación de la nueva política exterior de Argentina. Hay riesgos que no se tomaron en cuenta y no sé si el país pueda asumir las consecuencias. Orientar la política exterior hacia solo una parte del mundo es un desacierto", sostuvo el experto argentino.

A criterio de Hutschenreuter, la situación "genera una disrupción dentro del Mercosur, bloque que integra Argentina donde Milei no consultó", agregó.

El anuncio se realizó dos días después de que Buenos Aires concretara la compra de 24 aviones de combate estadounidenses F-16 a Dinamarca. La operación contó con el aval de Washington.

Los socios globales actuales de la OTAN son Australia, Colombia, Irak, Japón, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda y Pakistán.

A nivel global, el intento de la coalición militar de aumentar sus filas y aislar a Rusia forman parte de las intenciones de EEUU de ganar protagonismo en Eurasia.

Esa región, como también Oriente Medio, se constituye como espacio decisivo del sistema mundial en plena transición multipolar y con la creciente resistencia de Washington, que lucha por mantener su hegemonía.