Luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundiera los datos de la inflación de marzo, que fue del 11%, se estima que la trayectoria de los precios va a seguir a la baja, principalmente, por una razón y es que se agota el “pass through”, es decir, el pase de la devaluación al valor de los bienes y servicios.
Pero más allá de ese hecho previsible, un estudio del Centro de Política Públicas de la Universidad de Avellaneda plantea que el equipo económico que dirige Luis Caputo puso en marcha de anclas para evitar una espiralización de la inflación.
“El índice de inflación del mes de marzo fue del 11% mensual y del 287,9% interanual. Esto significa que la inflación mensual se ubicó en torno a los valores previos a la devaluación de diciembre, mientras que la interanual vuelve a marcar un nuevo récord desde 1991”, señala el reporte.
El informe afirma que “sumado al proceso natural de descenso de la inflación desde un techo dado por una fuerte devaluación, hay varias anclas que se están utilizando por parte del Gobierno Nacional para que la variación mensual de los precios pueda mostrar una baja significativa”.
“En este sentido, la más relevante es el ajuste fiscal y la intervención del Estado para que los salarios pierdan poder adquisitivo”, dice la UNDAV. Y, al respecto, el trabajo plantea que “la recesión que tiene lugar por el descenso del consumo permite que la inflación no se espiralice”.
“Por otro lado, el tipo de cambio oficial solo aumentó un 8% luego de la devaluación, lo que sirve como otra ancla para pisar los precios”, señala el trabajo de la casa de estudios del sur del gran Buenos Aires.
Igualmente, se destaca que, aún con la doble ancla fiscal y cambiaria, solo en los primeros cuatro meses de gestión del Gobierno Nacional, la inflación alcanzó el 90,2%.
QUÉ ES LO QUE MÁS SUBIÓ
El estudio de la UNDAV dice que según los distintos rubros, el que sufrió un mayor incremento fue la Educación, con un alza del 52,7%, por los incrementos de las cuotas en los distintos niveles educativos al inicio del ciclo lectivo.
Le siguieron Comunicación, con el 15,9%, por las subas en servicios de telefonía e Internet, y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con el 13,3%, por alzas en las tarifas de luz.
“Luego de una inflación empujada principalmente por la inflación núcleo en el mes de diciembre (28,3% mensual), el aumento de los servicios regulados por el Gobierno es lo que más empuja a la inflación en marzo, alcanzando esta el 18,1% mensual”, detalla el informe.
“En el mes de marzo la inflación núcleo fue del 9,4% y la estacional, del 11,1%”, detalla el trabajo.
SUBIRÁ LA POBREZA
El reporte de la UNDAV dice que “la dinámica inflacionaria en los últimos 4 meses ha sido empujada por productos de la canasta básica, hecho que dará un crecimiento de la pobreza y la indigencia en la primera parte del año”.
“Es posible observarlo en alimentos y productos esenciales relevados que muestran incrementos mayores a 130% en tan solo 4 meses. Esto tuvo como correlato mayores incrementos que el IPC en la línea de pobreza e indigencia. En el mes de marzo, una familia de 4 integrantes necesitó $773.385 para no ser pobre y $358.049 para no ser indigente”, dice el estudio.
La UNDAV agrega que “con estos números es posible afirmar que un salario formal medio no es suficiente para sostener una familia por encima de la línea de pobreza”. Este se encuentra 10% por debajo de ese nivel, "mientras que, hace tan solo 4 meses, se encontraba superando la línea de pobreza en 15%” plantea el reporte.
El mismo añade que “se necesitan casi 2 salarios mínimos (1,77) para alcanzar tan solo la línea de indigencia” por lo que considera que “es posible afirmar que la próxima medición de pobreza dará su incidencia al alza”. (Ámbito)