La balanza comercial mostró un superávit de USD1.438 millones, un número que no se veía desde octubre del 2022. Febrero fue, para el Gobierno, el segundo mes consecutivo de superávit gemelos: al positivo que mostraron los números fiscales se sumó el de las cuentas externas de bienes. Vale destacar, no se registraban ambos resultados a la par durante dos meses al hilo desde enero-febrero del 2011. El superávit comercial de febrero se explicó por la recesión posdevaluación, que generó una caída de 18,6% anual y de 3,6% desestacionalizado en unas importaciones que no dejan de desplomarse y llegaron a niveles que no se veían desde el parate pandémico. Pero también crecieron las exportaciones, por la mejora que implicó la devaluación, un 5,6% anual y 2,5% mensual.

Los superávit gemelos, incipientes y con dudas acerca de su sostenibilidad, son, de hecho, las cartas principales con las que el Gobierno viene obteniendo resultados positivos para los activos financieros. El mercado viene levantando el pulgar, con subas en los bonos que ya llevaron a las cotizaciones a superar los USD50 y a que el riesgo país comience a coquetear con los 1.500 puntos. El martes cerró en 1.535 puntos, un nivel que no se veía desde 2021. Los dólares financieros vienen manteniéndose a raya y la brecha del CCL está en 27%, mientras la bolsa anotó un crecimiento de 11,4% en el mes y de 21,5% en el año.

El costado negativo es que esos superávits gemelos se mantienen de la mano de un escenario recesivo. La devaluación que permitió más liquidación de exportaciones es la misma que generó una caída del poder adquisitivo de los ingresos fijos y que generó, junto con el ajuste fiscal, la recesión que motorizó la caída de las importaciones. Para este año, la expectativa de superávit comercial se sustenta justamente en ese dato, tal como señaló la consultora LCG: “Con los efectos de la sequía disipados, esperamos un nivel de exportaciones de USD81.000 M (suba de 22% anual). La recesión y un dólar más alto profundizarán la baja de las importaciones. Nuestra estimación para este año se mantiene en USD66.000 M (baja de 10% anual)”.

En concreto, durante febrero las exportaciones llegaron a USD5.531 millones, lo que significó una suba de 5,6% anual y 2,5% mensual, tal lo dicho. Las importaciones, en cambio, cayeron hasta llegar a apenas USD4.093 millones y eso se explica principalmente por la recesión. La devaluación, además, también explicó el fenómeno por el lado del encarecimiento directo de las compras externas. En el primer bimestre del año, las exportaciones totalizaron USD10.928 millones y eso implicó una suba de 7,5% interanual. Las importaciones totalizaron USD8.706 millones y eso significó una contracción de 16,3% interanual. Con todo, el superávit comercial acumulado llegó ya a los USD2.222 millones, casi empatándole al mismo período del 2020.

Vale destacar que el aumento de las exportaciones durante el primer bimestre se dio pese a la fuerte baja de precios internacionales, que fue de 8%. Medido en cantidades, por ende, el incremento fue de 16,8% interanual.

Desde ACM reseñaron: “El desempeño comercial del primer bimestre de 2024 se ha visto influido positivamente por el ajuste cambiario realizado en diciembre, el cual logró reducir la disparidad con los tipos de cambio alternativos y, como consecuencia, aliviar la presión cambiaria. Este ajuste propició una notable recuperación en las exportaciones, en paralelo con un detrimento de las importaciones”. (BAE por Mariano Cuparo Ortiz)