Los productos de la huerta, como patatas, verduras y legumbres, son pilares de esta dieta, frecuentemente consumidos en caldos o en el tradicional caldo verde. El pan, generalmente integral, se elabora con centeno, maíz o trigo. Tradicionalmente, las comidas se acompañaban de vino.
Estudios previos de los mismos autores habían mostrado que las personas que seguían una dieta atlántica presentaban mejores indicadores de riesgo cardiovascular y un riesgo reducido de infarto de miocardio y mortalidad. Sin embargo, estas investigaciones se habían centrado exclusivamente en poblaciones españolas, generando dudas sobre su aplicabilidad a otros contextos.
El nuevo estudio, a cargo de un equipo encabezado por Adrián Carballo-Casla, de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en España, se ha centrado en averiguar si la dieta atlántica se asocia con una mortalidad menor y mayor en España, República Checa, Polonia y Reino Unido.
“Se trataba de ver, por un lado, si los individuos que tenían un patrón de alimentación más parecido a la dieta atlántica morían menos que los demás, y, por otro, si estos resultados eran similares en España y los demás países incluidos en el estudio”, detallan los autores del estudio.
Los resultados, basados en datos de 36.000 personas de cuatro cohortes europeas (ENRICA en España, HAPIEE en República Checa y Polonia, y Whitehall II en Reino Unido), indican que aquellos cuya dieta se alinea más estrechamente con la dieta atlántica presentan una mortalidad un 15% menor en comparación con quienes siguen patrones alimentarios muy distintos.
Estos beneficios, observados tras más de 13 años de seguimiento, se deben principalmente a una reducción en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares (19% menos) y cáncer (8% menos).
Curiosamente, el país en el que la dieta atlántica reducía más la mortalidad no era España, sino Polonia, tal como constataron los investigadores.
Además, al comparar la dieta atlántica con otros patrones dietéticos saludables, como la dieta DASH y el índice alternativo de alimentación saludable de la Universidad Harvard, los investigadores encontraron resultados similares en términos de reducción de la mortalidad.
Estos hallazgos, sumados a investigaciones previas, sugieren la posibilidad de desarrollar guías alimentarias basadas en el patrón dietético tradicional de Galicia y el norte de Portugal, y extender recomendaciones similares a otros países de Europa, dado que la dieta atlántica no difiere sustancialmente de sus dietas tradicionales.
El estudio se titula “The Southern European Atlantic diet and all-cause and cause-specific mortality: a European multicohort study”. Y se ha publicado en la revista académica European Journal Preventive Cardiology. (Fuente: UAM)