Cinco cargueros iraníes cruzan el Atlántico para llevar más de 200 millones de litros de gasolina a Venezuela, mientras la Armada y la Guarda Costera de EE.UU. patrullan aguas internacionales en el mar Caribe en una operación contra las actividades de narcotráfico que le atribuye al régimen de Nicolás Maduro. Pocas veces ha subido la tensión hasta estos niveles en la costa venezolana, ni siquiera cuando la Casa Blanca ha amenazado en el pasado con todo un bloqueo naval. Ahora, Donald Trump advierte en una grabación a la que ha tenido acceso ABC de que tiene a Venezuela «rodeada». «La tenemos rodeada. La tenemos rodeada hasta unos niveles que nadie sabe, pero ellos lo saben, los estamos observando, para ver qué sucede», dijo Trump en una llamada telefónica privada con líderes hispanos el 20 de mayo. «Algo va a suceder, porque no vamos a seguir tolerándolo, hemos sido muy duros con ellos, duros con el petróleo, duros con las sanciones, más duros de lo que nadie puede imaginar, al final vais a estar muy satisfechos», dijo Trump a quienes le preguntan por Venezuela en esa conferencia telefónica. Janet Rodríguez de Univisión fue la primera en informar de esa grabación. Ante el hundimiento del precio del crudo y las sanciones de EE.UU., el régimen de Maduro ha confiado su salvación a estrechar sus lazos con Irán. El mes pasado se reanudaron vuelos entre Irán y Venezuela, operados por una aerolínea, Mahan, que había sido sancionada por EE.UU. por servir de brazo logístico del régimen en sus campañas de injerencia en conflictos internacionales. Según han denunciado destacados opositores, Irán se llevará nueve toneladas de oro de reservas deVenezuela a cambio de gasolina, algo que el régimen de los ayatolás niega. Nicolás Maduro, por su parte, necesita desesperadamente fuel. Carece de gasolina y gasóleo por el desuso de sus refinerías, en las que técnicos iraníes trabajan para reanudar la producción. El régimen venezolano también ha intentado canjear crudo por gasolina suministrada por una empresa mexicana a la que investiga el FBI, Jomadi, que recientemente negó a ABC que vaya a finalizar ninguna transacción. Sin gasóleo, los generadores de hogares, empresas y hospitales de Venezuela no pueden funcionar, justo cuando la pandemia de coronavirus comienza a agravarse en Sudamérica. Según dijo ayer a ABC la portavoz de la diplomacia estadounidense, Morgan Ortagus, «Venezuela solía producir un millón de barriles diarios de gasolina, pero ahora tiene que importarla semana tras semana desde Irán. Este es un triste recordatorio de la mala gestión de Maduro y de su desesperación. A cambio de la ayuda de Irán, la organización criminal que dirige Maduro saqueó nueve toneladas de oro y las envió a Teherán. Los venezolanos merecen elecciones presidenciales libres y justas que conduzcan a la democracia y la recuperación económica, no los caros acuerdos de Maduro con otro estado paria». Los cinco cargueros, que navegan con bandera iraní bajo los nombres Fortune, Forest, Petunia, Faxon y Clavel están cruzando el Atlántico. El primero se acerca este sábado al Caribe. Se calcula que puede llegar a Venezuela en las próximas horas. El régimen venezolano ha advertido a EE.UU. de que su Ejército escoltará a esos buques al llegar a sus aguas territoriales. Según dijo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, en un discurso televisado el jueves, «todos esos buques, cuando entren en nuestra zona exclusiva, serán escoltados por buques, naves y aviones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para darle la bienvenida y decirle al pueblo iraní gracias por tanta solidaridad». Esos buques iraníes se acercan a Venezuela justo en un momento en que las fuerzas armadas estadounidenses patrullan el Caribe en su mayor despliegue contra los narcóticos. El propio presidente Trump anunció en abril esa misión en la Casa Blanca, rodeado de varios de sus generales y ministros. Previamente el ministerio fiscal norteamericano había presentado cargos por narcotráfico contra Maduro, once colaboradores suyos y dos dirigentes de la guerrilla colombiana de las FARC. En este escenario de tensión, el jueves el propio Maduro ordenó una serie de ejercicios militares con misiles de fabricación rusa en la isla de La Orchila, ubicada en el Caribe, «para la máxima defensa de las aguas y las costas de Venezuela», informa Ymarú Rojas desde Caracas. El pasado verano, el Reino Unido abordó en aguas de Gibraltar un petrolero iraní que se dirigía hacia Siria, a petición de EE.UU., que ha impuesto también duras sanciones sobre la República Islámica, por su programa nuclear. Aquel carguero quedó libre por orden de un juez y pudo descargar en costas de Siria. Washington no involucró en la misión a España, cuyo gobierno protestó. Días antes, el entonces ministro de Exteriores español, Josep Borrell, había provocado a Washington al decir que la diplomacia norteamericana se comporta como «un cowboy» con respecto a Venezuela. Hoy Borrell es Alto Representante de la Unión Europea para Exteriores. (ABC)