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¿Qué son los valores?
Los valores son cualidades específicas que los sujetos le confieren a los objetos o a los sujetos. Y es a través de ellos que le podemos dar importancia o no a estos objetos, pero también comprende a los secesos o a los acontecimientos.
Los valores parten de la atribución y de la percepción que tienen los sujetos sobre el mundo exterior en el cual desarrollan su actividad los cuales posibilitan un ordenamiento según el grado de importancia.
2. ¿Para qué sirven los valores?
Los valores sirven de guía interpretativa en el devenir de lo cotidiano. Al ser una cuestión subjetiva principalmente, podemos decir que afirmar que los valores son de carácter universal seria cuanto menos conflictivo. Sin embargo, encontramos que generalmente son caracterizados de este modo.
La realidad es que los valores son históricos, es decir, que su origen se relaciona con un contexto social y cultural determinado el cual influye directamente en su concepción y formación.
De este modo, podemos hacer notar que en las sociedades tienen valores diferentes sobre cuáles son los modos de actuar, de comportamiento, morales, de convivencia, etc.
A la vez que se da esta diferencia, existe un proceso contrario que tiende hacia la unificación y universalización de los ciertos valores. Ejemplo de esto son los valores sobre la paz, la solidaridad, la tolerancia, etc.
Lo cierto es que existe una contradicción que choca principalmente cuando posiciones opuestas tocan temas sensibles como el aborto, eutanasia, la intervención política o armada y demás cuestiones donde los valores que se persiguen encuentran otras limitaciones culturales que sostienen valores diferentes.
1. ¿Cuáles son los tipos de valores?
Cuando hablamos de valores, nos referimos a propiedades y características de los objetos o los sujetos, que el conjunto de una sociedad humana considera valiosos, es decir, considera dignos de conservarse, fomentarse y replicarse.
Los valores pueden ser de naturaleza muy distinta y pueden tenerse en estima por distintas razones (históricas, culturales, etc.). Algunos de ellos son más o menos universales y otros muy particulares de una cultura, región geográfica o comunidad.
De hecho, los valores son casi siempre una construcción histórica. Se habla a menudo de que en nuestra sociedad “se están perdiendo los valores”, cuando realmente se quiere decir que se pierden los valores tradicionales, reemplazados, claro está, por otros nuevos, gústennos o no.
Entendemos, pues, que los valores son siempre fruto de una interpretación humana. Por otro lado, pueden ser de muchos tipos, dependiendo de a qué área de la vida se refieran, o incluso de dónde proviene su legitimación en la cultura. A continuación veremos cuáles son los tipos posibles de valores.
2. Valores universales
No existen realmente valores universales, pero a muy grandes rasgos, algunos de ellos son tenidos en estima por un amplio número de culturas y sociedades.
Estos valores suelen hacer alusión a los aspectos más básicos de la vida humana, como son la vida misma, la ausencia de dolor, el bienestar, etc. Por eso se consideran universales a toda la humanidad, pero por misma razón suelen ser difíciles de precisar y definir.
3. Valores personales
Por el contrario, los personales son aquellos valores que residen en cada individuo, o sea, que cada quien interpreta un poco a su manera y ejerce según su libre albedrío. Muchos de ellos pueden coincidir con valores más universalmente aceptados, pero que en ciertas circunstancias pueden tenerse en falta, lo cual no suele constituir una falta social grave.
Por ejemplo, suele valorarse la honestidad, pero es prácticamente imposible vivir en paz en sociedad diciendo siempre la verdad de lo que se piensa. Entonces existen las “mentiras blancas” o las situaciones en las que mentir está justificado, como para proteger a alguien, o para garantizar la supervivencia.
4. Valores familiares
Aquellos que suelen transmitirse en familia, es decir, que aprendemos en casa. Son enseñados por nuestros padres y familiares. Suelen ser, también, los valores tradicionales, o sea, los heredados de generaciones anteriores, lo cual significa que pueden variar dependiendo de la cultura en que dicha familia se inserte.
Por ejemplo, en ciertas comunidades se tiene como un valor familiar el respeto y la devoción por los ancestros, como ocurre en los hogares tradicionales de Japón. En Occidente, en cambio, tendemos a ser mucho más irreverentes con la autoridad paterna.
5. Valores políticos
Se trata de aquellos que nos impone la sociedad en la que vivimos. A menudo tienen que ver con su propio funcionamiento, o con el lugar que debemos ocupar dentro de ella.
Son conductas como el patriotismo, por ejemplo, que se inculcan en la escuela y en otras instituciones que poseen un plan formativo, no sólo en conocimientos, sino también en valores cívicos, patrióticos, en definitiva, políticos.
6. Valores religiosos
Aquellos provenientes de la práctica puntual de algún tipo de religión o misticismo, especialmente aquellos que poseen instituciones que los respaldan, o sea, iglesias.
El cristianismo, una de las principales religiones del mundo, posee su propia serie de valores cristianos, como son los profesados por los 10 mandamientos: la obediencia a los padres, la fe en Dios, el rechazo a las tentaciones “carnales”, el amor al prójimo, etc.
7. Valores éticos
Los valores vinculados con la ética son aquellos que se desprenden de una profesión, un conocimiento o un poder. Regulan la buena utilización de un cierto poder que la sociedad nos entrega.
Por ejemplo, la honestidad (contraria a la corrupción) es un valor que todos anhelamos ver en nuestros políticos, aunque éstos en muchos casos se empeñen en defraudarnos. La sinceridad, por otro lado, es una cualidad ética que apreciaremos en un médico al que confiamos nuestra salud.
8. Valores morales
Los valores morales a menudo se confunden con los religiosos y con los familiares, porque usualmente todos ellos tienen fronteras comunes, dictadas por la historia, la cultura y la tradición. Sin embargo, entenderemos por valores morales aquellos que se desprenden de dos nociones absolutas y difíciles de definir: el bien y el mal.
Como se sabe, estos son realmente puntos de vista respecto a las cosas, no categorías definibles en términos universales. Por eso, la distinción entre qué es lo “bueno” en la sociedad y qué es lo “malo” va cambiando en el tiempo, y eventualmente se aceptan conductas que antes se consideraban “malas” o viceversa.
Por ejemplo, en alguna época de Occidente, mucho más supersticiosa, se consideraba que mostrar más allá de los tobillos en el vestido de una mujer era pecaminoso, indecente y, por lo tanto, algo malo. Este criterio, como podemos ver hoy, se fue flexibilizando con el tiempo.
¿QUÉ SON LOS ANTIVALORES?
Los antivalores son las conductas o las actitudes de los seres humanos que resultan dañinas y negativas para otros. Son lo contrario a los valores, es decir, a las creencias que se consideran importantes y que, según el punto de vista ético, moral y de tradición cultural, pueden variar según las diferentes sociedades.
Lo que para una cultura se considera correcto, para otra puede resultar dañino o un antivalor. Sin embargo, hay valores comunes que trascienden las barreras culturales y las ideologías, por ejemplo, el amor, la honestidad y el respeto. Los antivalores de estos ejemplos son el odio, la inmoralidad y la discriminación.
Los antivalores atentan contra las creencias importantes sobre las que se funda la vida en sociedad, por ejemplo, contra el respeto, la tolerancia, la honestidad, la responsabilidad, la lealtad, la solidaridad y la armonía.
Cuando los antivalores rigen la conducta de una persona, ésta suele ser negativa, fría, insensible, apática y no le importan las consecuencias que tienen sus actos sobre los otros. Por eso, los antivalores afectan todos los aspectos de la vida, tanto la personal, la familiar, la escolar como la profesional.
2. Tipos de antivalores
Los tipos de antivalores pueden agruparse según diversos criterios o ámbitos donde se desencadenan. Entre las principales categorías de antivalores se destacan:
• Religiosos o espirituales. Negativa hacia otros por sus condiciones religiosas.
• Socioeconómicos. Negativa hacia otros por su nivel social o económico.
• Corporativos o laborales. Negativa hacia otros por sus capacidades profesionales.
• Personales o psicológicos. Negativa hacia otros por problemas internos de uno mismo (emocionales o psicológicos).
• Culturales o tradicionales. Negativa hacia otros por las creencias aprendidas e incorporadas.
• Políticos o ideológicos. Negativa hacia quienes defienden ciertas posturas políticas contrarias a las personales.
• Estéticos. Negativa hacia quienes no cumplen con los estándares de belleza aceptada por la sociedad.
3. Ejemplos de antivalores
Algunos ejemplos de antivalores son:
• Arrogancia. Es la falta de humildad, cuando alguien manifiesta una actitud de superioridad o de menosprecio hacia a los demás y considera que merece mayores privilegios que el resto. Por ejemplo, un profesional académico que tiene pocos años de experiencia trabajando se queja ante su jefe porque le pareció injusto que otro compañero (con apenas más años de trayectoria que él, pero sin estudios formales) haya recibido un reconocimiento por su labor.
• Deshonestidad. Es la falta de integridad, cuando alguien engaña a otros con el fin de obtener un beneficio propio. Por ejemplo, un trabajador administrativo que alteró datos numéricos del informe que realizó un compañero con el fin de perjudicar su imagen delante del jefe.
• Desigualdad. Es la falta de paridad o de correspondencia, cuando alguien se compara con otros y los considera distintos, de una naturaleza diferente. Por ejemplo, un hombre que considera que debe cobrar un sueldo mayor al de una mujer que tiene las mismas capacidades para hacer un trabajo, solo por la diferencia de género.
• Egoísmo. Es la falta de gratitud, cuando alguien manifiesta un excesivo amor por sí mismo y solamente se ocupa de lo que refiere a su interés y beneficio, sin atender las necesidades de otros. Por ejemplo, una persona que sube primero a un transporte público y no cede el paso a un adulto mayor o a una mujer embarazada que esperan detrás de él.
• Envidia. Es la falta de altruismo, cuando alguien experimenta tristeza o enojo por no tener lo que desea o lo que otro tiene. Por ejemplo, una persona que no puede tomarse vacaciones varias veces al año porque en su trabajo no lo permiten, tiene un amigo que sí lo puede hacer y, sin embargo, en lugar de alegrarse, le dice: “¿Otra vez al mismo destino? ¡Qué aburrido!”.
• Esclavitud. Es la falta de libertad, cuando alguien trata a otros seres como carentes de derechos y de su propiedad, por la simple razón de considerarlos diferentes e inferiores. Por ejemplo, una persona que tiene en su poder y bajo amenazas a personas extranjeras e indocumentadas trabajando de manera clandestina en su empresa textil, sin contratos ni sueldos y con jornadas extremadamente extensas.
• Irrespeto. Es la falta de consideración, cuando alguien no tolera a otros por el solo hecho de no comprenderlos o porque son diferentes, y demuestra indiferencia y falta de aprecio. Por ejemplo, un alumno que juega y se distrae sin prestar atención al profesor mientas explica la clase.
• Irresponsabilidad. Es la falta de obligación, cuando alguien no tiene voluntad para cumplir sus compromisos o tareas (sean éstas obligatorias o voluntarias). Por ejemplo, una persona que cruza la calle mirando su celular y no presta atención al semáforo es un acto de irresponsabilidad que puede causarle daños a la persona o a otros.
• Injusticia. Es la falta de derechos, cuando alguien actúa sin sentido del bien común ni del equilibrio ante un suceso, una cosa o una persona. Por ejemplo, una persona que patea a un perro en la calle porque lo considera un ser inferior, carente de raciocinio, sentimientos o derechos.
• Odio. Es la falta de amor, cuando alguien manifiesta repulsión, resentimiento y rencor hacia otros, a tal punto que tiene el deseo de enfrentarlos para destruirlos. Por ejemplo, una persona que denigra y maltrata a otros por su condición homosexual, su tipo de religión o su ideología política.
(Autor: María Estela Raffino. De: Argentina. Para: Concepto.de. Fuente: https://concepto.de/tipos-de-valores/#ixzz67S3cJAI8)