Elisa “Lilita” Carrió tiró la bomba y se fue. Se quedará durante todo mayo viviendo en el Chaco porque su hermano estará un mes en Europa y su madre ya no puede quedarse sola. Pero, antes de viajar, avisó que la Coalición Cívica abandonaría el bloque Hacemos, liderado por Miguel Ángel Pichetto, y dio señales de que sus “lilitos” tendrían una actitud bélica durante el tratamiento de la Ley Bases, algo que luego se verificó al momento de la votación, donde la Coalición Cívica presentó reparos en la votación en particular.

Desde la tranquilidad de su casa de Resistencia -y la de su pronto regreso a su chacra en Exaltación de la Cruz-, Carrió planifica el 2025 de su espacio político y hasta avisó que será candidata en las legislativas y que dejará Juntos por el Cambio. Solo queda definir si irá en la lista de diputados o la de senadores por la Ciudad de Buenos Aires. En conversaciones con sus asesores,

Carrió sostiene que hay una oportunidad para construir una oposición a Milei desde una tercera posición entre el mileísmo y el kirchnerismo. El problema es que ese tercer lugar está compartido con otros referentes como Horacio Rodríguez Larreta o Martín Lousteau. La pregunta inmediata que surge a este planteo es: ¿existe una oportunidad para construir una oposición a Milei que no sea K? Desde el Gobierno están convencidos de que cualquier candidato que busque el centro quedará perdido en esta nueva grieta entre Milei y CFK (ver nota de tapa).

AJUSTADA

Carrió está preocupada por sus cuentas personales. En abril le llegó una boleta por 380 mil pesos de luz a su casa de 420 metros cuadrados en un lote de 7 mil metros. Sus custodios tienen dos órdenes que deben cumplir a rajatabla, mantener las luces apagadas y las ventanas cerradas por los mosquitos, por temor al dengue. Además, ella los usa para que le vayan a comprar cigarrillos.

Carrió había abandonado su banca de diputada en marzo del 2020, cuando la pandemia del Covid-19 recién estaba llegando a la Argentina. Pero ya antes había presentado su renuncia en octubre del 2019, porque los problemas de salud la acechaban. Tuvo dos infartos, pero aún no dejó el cigarrillo. Es uno de los pocos vicios que aún no pudo abandonar.

Este año, la líder de la Coalición Cívica cumple 30 años en la política, a la par del aniversario de la Convención Constituyente de 1994, a la que llegó gracias a la amistad de su padre radical con el fallecido ex presidente Raúl Alfonsín. Desde aquel entonces hasta el 2020 tuvo una vida política ininterrumpida, hasta estos últimos cuatro años en que se dedicó a leer y dar cursos sobre Derecho con su Fundación Hannah Arendt. Bajó el perfil y se recluyó en su chacra, donde de lo que más se queja es de la baja jubilación que le dejó su paso por la política, que asciende a unos 900 mil pesos.

La abrupta salida del bloque que comanda Miguel Ángel Pichetto ya se venía conversando con sus legisladores hacía meses, pero, fiel a su estilo, Carrió no avisó que lo haría. Algunos de ellos se enteraron por televisión, cuando la ex diputada lo dijo en el canal LN+.

Un reproche que recibieron los diputados fue que aprovecharon la fuerza del bloque Hacemos Coalición Cívica para conseguir lugares importantes en las comisiones que les interesaban. Los más experimentados celebraban la “avivada” de los “lilitos”. En la política todo vale y a veces se gana y otras se pierde.

BONUS

Para rematar la semana, al mejor estilo Carrió, el diputado Juan Manuel López consiguió incluir el capítulo del impuesto al tabaco en la Ley Bases que era terreno de disputa entre la multinacional Phillip Morris y la Tabacalera Sarandí.

El caso produjo tanto revuelo que resultó la votación más reñida, con altísimo porcentaje de abstención y hasta un quiebre en el kirchnerismo, donde votaron divididos. La guerra de lobbies de las empresas y las provincias tabacaleras se hizo sentir. A Carrió este tipo de revuelos le divierten. Goza con poner en jaque los intereses personales de los políticos.

El año que viene tendrá la posibilidad de regresar a las primeras filas de la política nacional. Si va como senadora, deberá dar una batalla dura por algunos de los tres lugares en disputa en una ciudad que es un territorio fácil para el PRO, que se volvió amigable con Javier Milei y donde el kirchnerismo siempre suma algún senador. Por eso tampoco descarta ir como primera candidata a diputada, donde podría tener más chances. (Perfil - RODIS RECALT Periodista de política y columnista de Radio Perfil)