1. Limita tu exposición a ruidos excesivos Según un artículo del diario La Vanguardia, es fundamental que limitemos nuestra exposición a ambientes que presentan niveles de ruido muy altos de manera que podamos regular su influencia en nuestra audición. 2. Usa audífonos y materiales que aíslen el ruido Utiliza materiales que aíslen el ruido del ambiente de tus oídos. Esto se vuelve muy necesario en determinados entornos laborales, como construcción, en que el sonido de las herramientas puede ser excesivamente alto. Esto aplica también para los camareros de las discotecas. 3. Realiza descansos auditivos regulares Con descansos auditivos, queremos referirnos a que realices pausas de unos 5 o 10 minutos por cada hora de música que escuches. De este modo, podrás garantizar que ella no perjudicará tu escucha por más moderado que sea el volumen. 4. Respeta los niveles seguros de exposición al ruido La Organización Mundial de la Salud coloca el límite máximo saludable para tu salud auditiva en un 60%. Más allá de esto, corres el riesgo de que gradualmente desarrolles problemas en el tímpano. 5. Revisiones periódicas Por lo menos, deberías tener 1 revisión periódica anual para tener un panorama claro de tu salud auditiva si en tu entorno hay factores de riesgo que afecten tu audición. A partir de los 50 años, dichas revisiones deben contemplar pruebas de audición. 6. No introducir objetos o sustancias raras Solamente debes emplear los productos que sean indicados para el oído y que hayan sido señalados por un médico. En este sentido, soluciones salinas, agua oxigenada y bastoncillos son objetos que no has de usar en tus oídos dado que pueden perjudicar tu audición. Convertir estos 6 consejos en hábitos regulares es lo mejor que puedes hacer para evitar daños posibles a tu salud auditiva. Esto se logra con mucha disciplina y responsabilidad, valores que aplican también en otros ámbitos de la vida. (EDNY)