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Inspirados en un arte japonés de cortar papel para crear figuras, unos ingenieros han diseñado un material cuya peculiar estructura aumenta la fricción entre él y una superficie. El material podría utilizarse para recubrir la suela de los zapatos, dándoles un mayor agarre en el hielo y otras superficies resbaladizas. De este modo, a partir de zapatos convencionales se podría obtener calzado para no resbalar.
Para crear el nuevo recubrimiento, el equipo formado, entre otros, por Giovanni Traverso y Sahab Babaee, ambos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, se basó en el kirigami, una variación del origami que implica cortar el papel además de doblarlo. Las pruebas de laboratorio mostraron que cuando las personas que usaban zapatos con suela recubierta del material basado en el kirigami caminaban sobre una superficie helada, generaban más fricción que quienes caminaban por la misma superficie llevando puestos zapatos sin el recubrimiento.
La incorporación de este revestimiento en los zapatos podría ayudar a prevenir caídas peligrosas sobre el hielo y otras superficies resbaladizas. Esto sería de especial ayuda para los ancianos.
El kirigami es una forma de arte que implica cortar hojas de papel siguiendo intrincados patrones y luego doblarlas, para crear estructuras tridimensionales. Recientemente, algunos científicos usaron esta técnica para desarrollar nuevos productos como por ejemplo vendas que se adhieren más firmemente a las rodillas y a otras articulaciones, y sensores que pueden ser usados para recubrir la piel de los robots blandos y ayudarles a orientarse en su entorno.
El nuevo material para suelas de zapatos permite obtener calzado para no resbalar, más eficiente que el obtenido mediante otras técnicas. (Imagen: Diemut Strebe. CC BY-NC-ND 3.0)
En este caso, el equipo aplicó este enfoque para crear intrincados patrones de “púas” en una hoja de plástico o metal. Estas hojas, aplicadas a la suela de un zapato, permanecen planas mientras el portador está de pie, pero las púas emergen durante el movimiento natural de caminar.
Los investigadores crearon y probaron varios diseños diferentes, incluyendo la repetición de patrones de púas con forma de cuadrados, triángulos o curvas. Para cada forma, también probaron diferentes tamaños y disposiciones.
También midieron la fricción generada por cada diseño en diversas superficies, incluyendo hielo, madera, pavimento de vinilo y césped artificial. Descubrieron que todos los diseños aumentaban la fricción, y que los mejores resultados en el calzado para no resbalar se obtenían con un patrón de curvas cóncavas.
En pruebas con voluntarios, los investigadores encontraron que la cantidad de fricción generada por el calzado para no resbalar, reacondicionado con la nueva tecnología, era de entre un 20 por ciento y un 35 por ciento mayor que la fricción generada solo por los zapatos. (NCyT)