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Los aparatos permitieron que más de 11 millones de vehículos con motor diésel cumplieran los estándares de emisiones estadounidenses en el laboratorio, a pesar de producir emisiones hasta 40 veces más elevadas que el límite legal en condiciones de conducción reales. El hallazgo provocó una avalancha de pleitos.
En muchos países, los motores diésel EA 189 fabricados por el Grupo Volkswagen tuvieron que ser actualizados con software o hardware.
Ahora, casi cinco años después, un estudio realizado por expertos de los Laboratorios Federales Suizos para Ciencia y Tecnología de Materiales (EMPA) y la Universidad de York en el Reino Unido, muestra que el reacondicionamiento fue exitoso desde el punto de vista medioambiental. Los motores diésel de Volkswagen reacondicionados emiten hasta un tercio menos de NOx (óxidos de nitrógeno) en su uso diario que los motores con el software original de la era Diéselgate.
Stuart Grange trabaja en el Laboratorio de Contaminación del Aire y Tecnología Ambiental de los EMPA y también en los Laboratorios Wolfson de Química Atmosférica de la Universidad de York. Junto con sus colegas, usó un instrumento especial para examinar las emisiones de 23.000 coches y analizó los niveles de NOx y CO2. Las mediciones tuvieron lugar en Inglaterra entre mayo de 2012 y abril de 2018, antes y después del escándalo popularmente conocido como Diéselgate.
Con cada medición, también se registró el número de matrícula del vehículo y sus datos se obtuvieron de la base de datos de registro británica MVRIS (Motor Vehicle Registration Information System). Entre las 23.000 emisiones correctamente medidas, Grange registró 4.053 emisiones del motor diésel EA 189 de Volkswagen, lo que constituyó la base de su análisis.
Un Volkswagen Passat diésel de 2011. Las actualizaciones de software después del Diéselgate en 2015 mejoraron significativamente las emisiones de NOx de estos coches. (Foto: Volkswagen, www.vwpress.co.uk)
Los resultados de las mediciones muestran un claro efecto: Las emisiones de NOx de motores diésel EA 189 de Volkswagen en la versión pequeña (1,6 litros) habían disminuido en más de un 36%, en promedio (o sea contando juntas tanto las emisiones de vehículos reacondicionados como las de los no reacondicionados). Volkswagen había ofrecido la actualización del software y el hardware de este motor: además de actualizar el software del motor, se instaló un pequeño componente suplementario en un conducto, lo que permitió que el sensor de masa de aire funcionara con mayor precisión.
Para los motores diésel EA 189 en la versión grande (2,0 litros), solo se modificó el software. Aquí las emisiones de NOx medidas cayeron en un promedio de casi el 22 por ciento.
Como referencia, en el Reino Unido el reacondicionamiento de los motores fue voluntario y solo lo llevaron a cabo alrededor del 70 por ciento de los propietarios de vehículos Volkswagen.
En el caso de los vehículos comerciales con motores diésel EA 189, es decir, el Volkswagen Caddy y el Volkswagen Van, los resultados fueron significativamente menos impresionantes. Los valores de NOx para el diésel de 1,6 litros fueron en promedio solo un 22 por ciento mejores que antes (en comparación con el 36 por ciento de los automóviles de pasajeros), y para el diésel de 2,0 litros las emisiones fueron incluso un 53 por ciento peores. Los investigadores sospechan que menos operadores de vehículos comerciales han llevado a cabo voluntariamente la adaptación.
En Suiza, el reacondicionamiento del motor diésel EA 189 era obligatorio.
A modo de comparación, Stuart Grange y sus colegas también examinaron los humos de escape de otros vehículos antes y después del diéselgate, que no necesitaban ser reacondicionados. La temperatura ambiente ejerce aquí un papel muy importante: las mediciones antes del diéselgate se hicieron a una media de 20 grados centígrados; las mediciones después del diéselgate, a una media de 11 grados centígrados. En otro estudio, de 2019, los investigadores ya habían encontrado que los automóviles diésel generaban emisiones de NOx mucho más altas en días fríos. Este efecto ha reaparecido ahora, pero no para todos los fabricantes.
Los coches de General Motors (Opel, Vauxhall, Chevrolet), Renault-Nissan y Fiat Chrysler Automobiles emitieron al medio ambiente en días fríos casi el doble de NOx que en días cálidos. El motor diésel de 3,0 litros de Volkswagen también tenía valores de NOx un 55% más altos. Pero ese no fue el caso de los vehículos del Grupo BMW (BMW, Mini), los coches de Volvo y PSA (Peugeot, Citroën) y los coches de la marca india Tata: no emitieron más NOx en los días fríos. La gestión del motor fue obviamente programada con más cuidado.
Sin embargo, lo que sucede cuando se permite a los ingenieros hacer un verdadero esfuerzo, fue demostrado por Volkswagen. Después del "Diéselgate" y la actualización del software, los valores de NOx mejoraron significativamente, a pesar de que el clima era mucho más frío. (NCyT)