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La rama oriental del grupo, Estado Islámico Provincia de Khorasan (ISKP, por sus siglas en inglés), surgió en 2015 en vastas zonas de las provincias de Nangarhar y Kunar, fronterizas con Pakistán.
Sus partidarios reivindicaron desde entonces sangrientos atentados, incluso en la capital afgana, a la vez que eran atacados por las fuerzas estadounidenses, afganas e incluso talibán.
"Fueron vencidos en Nangarhar y sus centros [fueron] destruidos", dijo Andarabi en una rueda de prensa en Jalalabad, capital de la provincia. "Algunos de sus grupos más pequeños se están rindiendo y otros pequeños grupos serán eliminados en otras provincias", añadió.
El ministro afirmó que "Afganistán ya no es un santuario para Dáesh", acrónimo en árabe del EI.
Las fuerzas estadounidenses en Afganistán, solicitadas por la AFP, no comentaron las declaraciones de Andarabi.
El viceministro afgano de Defensa, Yasin Zia, había afirmado la semana pasada que "los enemigos sufrieron grandes pérdidas", sin dar cifras.
Ataulá Khogyani, portavoz del gobernador de Nangarhar, dijo a la AFP el domingo que 32 miembros del ISKP se habían entregado a las fuerzas afganas el sábado.
El EI sufrió grandes derrotas este año, con la pérdida de su último reducto en Siria y la muerte de su jefe Abu Bakr Al Bagdadi en una incursión estadounidense a finales de octubre. (AFP)