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La escasez de reservas hace suponer que con la política cambiaria hay tres caminos posibles, mantener el Cepo, ir al desdoblamiento cambiario o volver al esquema del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
Un informe de la consultora LCG dirgida por el economista Guido Lorenzo identificó las ventajas y desventajas de cada uno de los esquemas, en un contexto de constante erosión de las reservas internacionales del Banco Central.
LCG puntualizó las opciones:
1. Mantener el cepo como está.
No es gratuito en términos de reservas. LCG proyecta que se podrían ir en dolarización más de US$ 15.000 millones en un año si se mantiene el límite de US$ 200 mensuales.
La desventaja con esta estrategia es que desalienta la inversión. Muchas empresas por normas de compliance no pueden realizar contado con liquidación. Tampoco existe un mercado formal de futuros para obtener cobertura. Por lo tanto, los riesgos que conlleva invertir con cepo son elevados.
2. Ir al desdoblamiento cambiario.
El efecto sobre la inversión sería menor, ya que existe un mercado formal al cual habría referencia. Pero dos problemas, al menos, surgen de desdoblar, explicó LCG.
El primero es que quizás el dólar comercial termine funcionando solo como un subsidio al importador o un impuesto al exportador y el resto de los precios se indicien al dólar financiero o dólar libre.
El segundo riesgo es que no aparezca oferta en el mercado del dólar libre hasta un nivel de brecha elevado, es decir, hasta que no cedan fuertemente las expectativas de depreciación del peso. Si bien ambos riesgos también están presentes en la alternativa de mantener el cepo, en este caso se vuelven más palpables.
3. Volver al esquema del MULC con libre acceso o controles menos estrictos.
Esta alternativa definitivamente sería asumir una aceleración inflacionaria por un nuevo corrimiento del dólar. Quizás es mejor pagar el costo ahora y no dentro de años cuando se quiera unificar el mercado de cambios o quitar el cepo, consignó LCG. (BAE)